Taijiquan y Salud

El Taijiquan como método terapeutico.


Taijiquan es conocido ampliamente en el mundo por sus efectos terapéuticos, se conoce como meditación en movimiento. La práctica se basa en una secuencia de movimientos circulares que son ejecutados de forma lenta consciente y sin pausas, Al ejecutar el movimiento se busca la relajación, el balance y equilibrio en las posiciones, el movimiento es fluido, la respiración es profunda y la mente consciente dirige el proceso.
Taijiquan es una disciplina que desarrolla la conciencia y equilibrio en todos sus aspectos. La práctica continua de este arte mejora el sistema defensivo, los movimientos suaves y lentos estimulan la circulación de energía y sangre al interior del cuerpo, las posiciones fortalece los músculos, tendones, articulaciones, e incrementa la vitalidad y fuerza interior.
En general los múltiples beneficios del Taiji como método de salud y de relajación se basan principalmente en 3 factores determinantes, Movimiento continuo, La regulación de la respiración, Meditación en movimiento.

Movimiento continúo. Todas las formas de Taiji enfatizan este aspecto de mantener flujo en el movimiento. No importa el estilo que se practique, siempre se trabaja alternando y cambiando el peso, como las formas se practican lentamente, esto hace que la sangre tenga el tiempo suficiente para irrigar un lado del cuerpo, y luego al cambiar el peso se tenga el mismo beneficio en el otro lado. La cintura se va rotando conjuntamente con los movimientos dando un masaje a la parte del abdomen.
En la práctica de los sistemas tradicionales, este efecto es mucho mayor, debido a que se trabajan las posiciones estáticas donde debe permanecer el estudiante más tiempo con el peso en una pierna, y la presión que se ejerce es mayor. Esto hace que la sangre y la energía penetre más profundamente, es común entre los practicantes de Taijiquan tradicional, referirse a este efecto como “fuego liquido” y es que el efecto va acompañado de una sensación de intenso calor, que parece llegar al hueso, por esto también se dice de esto que el Qi y la sangre penetran profundamente nutriendo los huesos. Este efecto es también llamado “cultivar los huesos del Tigre”. Esta irrigación profunda de la medula también estimula la sangre y las defensas del organismo, fortaleciendo el aparato óseo y los músculos, además de contribuir a mejorar la circulación y las defensas del organismo.
Este cambiar continuamente es la acción misma de la naturaleza y el TaiJi sigue los principios del Yin Yang, que cambia constantemente sin detenerse.

La regulación de la Respiración: En el Taiji se trabaja con respiración abdominal, lenta, profunda y en coordinación con el movimiento, la practica consiente busca regular la respiración, esto se logra en parte por el ritmo lento de los movimientos, y por la concentración relajada de la mente. El coordinar la respiración con los movimientos es uno de los objetivos esenciales. Estas dos acciones, el profundizar la respiración y coordinarla con los movimientos, hacen de la respiración una acción relajada y profunda. La práctica continua de esta modalidad de respiración, trae consigo un tremendo beneficio en el sistema respiratorio, mejorando un gran número de síntomas como el asma, la respiración entrecortada, dolor de cabeza, el cual también puede deberse a una falta de oxigenación. Otros aspectos como la ansiedad, que también conlleva síntomas de respiración anormal se ven favorecidos con este tipo de trabajo, dolencias como el insomnio y la hipertensión son también mejoradas al lograrse una mayor oxigenación del organismo.

Meditación en movimiento: En la práctica del TaiJi, la mente y la conciencia dirigen la acción de los movimientos, como estos son relajados, la mente también entra poco a poco en un estado de relajación. En un principio la mente no logra relajarse del todo, en particular con los principiantes, los cuales se agitan por no poder ejecutar las formas como quisieran, la guía de un buen profesor es vital para ayudar al principiante a comprender con el cuerpo, y dejar ir el afán de aprender y desarrollar, un estado de desapego con el aprender. Este es un principio inherente de las filosofías tanto del Budismo como del Taoísmo. El aprender de esta forma es un proceso lento y que se define como “Wu wei, La acción en la no acción” o de “Poner la Argolla al buey”. Se trata un poco de hacer sin tratar más de de la cuenta, pero sin dejar de hacer.
Las escuelas tradicionales hacían mucho hincapié en este aspecto de practicar sin esperar demasiado, pero sin ser descuidado. El maestro observaba atentamente el progreso del alumno, haciendo comentarios, en como debía ejecutar los movimientos para mantener el flujo del Qi y armonizar respiración y mantener la mente en foco.
A medida que se va progresando en la práctica se desarrollan la armonía natural de los movimientos con la respiración, la cual es profunda y relajada, se logra también un estado de calma interior, un estado de contemplación, en el cual las formas se ejecutan “sintiendo más que pensando”. Este es el estado que comúnmente se define como una Meditación en Movimiento
Los beneficios de este estado son de gran alcance, de hecho todas las funciones del sistema nervioso, mejoran con este estado de la mente, y las personas reportan cambios en diversas anomalías como el estrés, el colon irritable, la artritis, y dolores de todo tipo, síntomas asociados con la depresión, etc.
Con la practica continua y adecuada se obtiene el desarrollo de un sentido de armonía y bienestar general, que no es un estado de euforia, sino una simple sensación de tener más integrado el accionar del cuerpo, sus sistemas, y la mente, esto pareciera fácil, pero es realmente el resultado de una larga práctica, la cual toma dedicación y entereza, pero los beneficios son grandes, y se describen en un antiguo proverbio chino “El que practica Tai ji continuamente lograra la soltura de un niño, la fuerza de un leñador, y la sabiduría de un anciano”